Esta pequeña figurilla realizada en terracota y decorada con pintura para darle aspecto marmóreo antiguo, la realice inspirándome en un pequeña escultura en bronce del "Genio del Senado" expuesta en el M.N.A.R. de Mérida.
La toga era una gran prenda de lana en forma de media luna que se enrollaba alrededor del cuerpo y se mantenía sujeta sin el uso de broches ni alfileres.Usada por los ciudadanos romanos era símbolo de la ciudadanía y solo estaba autorizado su uso a los ciudadanos, aunque la gente corriente solo la utilizaba en ocasiones especiales.
Los senadores,caballeros y magistrados, la usaban siempre en público.
Debajo de la toga vestían una túnica con mangas hasta el codo y con su borde inferior hasta las rodillas, tanto túnica como toga tenían el color natural de la lana, que era crema claro.
Como era natural, cuando se representaba a un personaje en una estatua, se le hacia con la toga, de ahí el nombre de "togados" que reciben estas obras.
Estas esculturas de tamaño natural o superior se colocaban en los foros, basílicas, teatros, etc.
Hasta nuestros dias han llegado en relativo buen estado de conservación estatuas de togados en mármol y otros materiales, de muy bella factura.
Aprovechando este articulo, incluiré uno que escribí en 1996 para la revista de "Zafra y su feria" que copio a continuación:
¿QUE FUE DE DªMARIA MOYA?
(Historia de una bella obra de arte romano)
Togado romano siglo I d.c. "Maria Moya"
Según Manuel Vivas Tabero, en su obra "Glorias de Zafra", en el artículo que dedica a los romanos, nos refiere la existencia de una escultura romana en mármol blanco, concretamente de un togado,que era conocido en Zafra popularmente como Dª Maria Moya y que servia de esquina a uno de los muros del Convento de Santa Clara.
Cuando tuve en mis manos por primera vez el mencionado libro y leí lo referente a esta obra de arte, mi primer impulso fue el de ir a observarla insitu. Mi sorpresa fue cuando al llegar al convento, por mas y mas que mire por todos los muros exteriores, no fui capaz de encontrar la escultura. A partir de entonces, esto se convierte para mi en un misterio indescifrable sobre esta obra, de la que nadie, por mas que pregunto, me da una respuesta positiva.
Pasan los años y mi interés por obtener mas datos sobre la información de Vivas Tabero sigue en aumento. Alguna que otra vez, o bien en artículos de revistas locales o en publicaciones referentes a la historia de nuestra ciudad, aparecen tímidamente referencias a la escultura, pero sin aclarar nada con respecto a su procedencia, estancia en Zafra y posterior destino.
Después de un exhaustivo trabajo de investigación, llego a las conclusiones que a continuación doy para todos los amantes de la historia de Zafra.
Las características de la escultura en mármol blanco que nos ocupa, son las de un personaje romano con toga, con unos pliegues ejecutados con gran maestría por el artista, simulando las transparencias del tejido magníficamente, e incluso adivinando tras de el, en las zonas ceñidas del cuerpo, la anatomía del personaje representado. Se nos presenta en aptitud de andar, faltandole el brazo derecho completo, el antebrazo izquierdo y la cabeza. Muchas veces se han referido a la cabeza diciendo que se la cortaron en cierto tumulto y que se encontraba también en otro lugar del convento, la verdad es que de la cabeza nada se sabe, pero no necesariamente tenia que haberse hallado la cabeza junto al cuerpo, ya que este tipo de esculturas romanas eran hechas sin cabeza, se les hacia un hueco en la parte superior donde posteriormente se le encajaba la cabeza, llegando un cuerpo incluso a servir a varias cabezas, esto iba en función de la vigencia del personaje representado.
El origen de esta escultura no podemos buscarlo en Zafra, como hasta ahora nos han referido en diferentes publicaciones, pues la total ausencia de hallazgos arqueológicos romanos de cierta importancia en Zafra y sus alrededores, demuestran categóricamente que en el valle que ocupa actualmente la ciudad, no existió población romana alguna.
La CONTRIBUTA JULIA que Vivas cita como la ciudad romana enclavada en nuestra localidad, con toda probabilidad, estuvo situada a unos nueve kilómetros de Zafra, en las inmediaciones de la vecina localidad de Medina de las Torres, donde se han producido hallazgos que así lo demuestran, teniendo ejemplares de togados muy parecidos a nuestra "Maria Moya", datados en el siglo I y que actualmente podemos contemplar en el Museo Arqueológico de Badajoz.
Togados romanos del siglo I d.c. de Medina de las torres Museo Arqueológico de Badajoz
Por lógica,es de suponer, que en el año 1428, cuando D. Gomes Suarez de Figueroa decide edificar el Convento de Santa Clara, en las tareas de acarreo de piedras y otros materiales para la edificación, se aprovechan mármoles y otras piedras de edificaciones antiguas ya arruinadas y no es de extrañar que en la vecina Medina de las Torres,se pueden encontrar buenos ejemplares e incluso grandes estatuas, como a la que nos referimos. Este punto lo demuestra la existencia en Zafra de escudos de los Figueroa tallados en la parte posterior de aras funerarias romanas y por tanto podemos afirmar que este togado procedía de la ciudad romana de CONTRIBUTA JULIA, situada como se ha dicho en Medina de las Torres.
Llegado a este punto y terminada la edificación del Convento de Santa Clara, este togado, permanecería como un elemento ornamental en un muro del convento durante casi cinco siglos, pues M. Vivas nos refiere de su existencia en el año 1901. A partir de ahí y hasta los años cuarenta el togado es cambiado de emplazamiento, quizas motivado por alguna obra de reparación ó remodelación de los muros ya que vecinos del entorno del convento, durante muchos años, manifiestan recordar la escultura, pero no donde nos indica M. Vivas, si no sobre el suelo y contra el rincón derecho debajo de los soportales que protegen la entrada a la clausura y el torno antiguo.
¿Que ocurre a partir de los años cuarenta?
El togado desaparece de Zafra y nadie da noticias de su paradero.
Es muy probable, y después de consultar con alguna de las hermanas de la comunidad, que en los años de la posguerra, las religiosas acuciadas por la precariedad económica en la que vivían esos años, deciden deshacerse de algunas propiedades para poder solucionar su problema económico, y esta escultura, al igual que hicieron con parte de los terrenos del Patio de Santa Clara, fueron vendidos a particulares.
Yo no me podía quedar en este punto, pues hasta aquí, con mas o menos detalles, todos sabíamos lo que había pasado y por tanto, siguiendo mi investigación para concluir este retazo de la historia de Zafra, hace unos años conseguí una información privilegiada que me indicaba el lugar donde actualmente esta ubicada la hermosa escultura del Togado Romano.
Ahora, solo me quedaba dirigirme al lugar que me habían indicado, y con una reproducción del antiguo fotograbado de M. Vivas en la mano, comprobar minuciosamente si se correspondía con el que me habían referido. ¡Exactamente!,¡era el mismo!, después de muchos años se hacia realidad una ilusión que siempre había tenido.
Como es de imaginar, actualmente es de propiedad particular y la disfruta una familia en el jardín de su finca, en las cercanías de Badajoz.
Yo he tenido la satisfacción de poder contemplarla,aunque indirectamente, les aseguro, que la "Maria Moya" de nuestros antepasados, es una gran obra de arte romano, de la que ya solo nos queda el consuelo de saber donde está y el lamentarnos de no poderla tener donde estuvo cinco siglos.
Zafra,agosto de 1996
Baltasar Piédrola Galván